Durante 1967 Juan Pablo Renzi realizó una serie de estructuras metálicas que apuntaban al señalamiento de espacios vacíos: prismas emplazados y suspendidos que trascendían la escala del objeto para tomar las salas de exposición. Las referencias al minimalismo son explícitas y asumidas por el propio artista como parte de la actualización estética y la búsqueda de nuevas opciones plásticas en un contexto vanguardista de acelerada experimentación.
Hacia septiembre de 1967 y como parte de las actividades de la Semana del Arte Avanzado en Argentina, Renzi, junto a otros artistas del grupo de vanguardia de Rosario, participó de la exposición Estructuras primarias II realizada en la Sociedad Hebraica Argentina en Buenos Aires en homenaje a la muestra Estructuras primarias que había tenido lugar en Nueva York York en 1965. En ocasión del mismo ciclo, el Instituto Torcuato Di Tella organizó el 5 Premio Internacional del que participaron precisamente Robert Morris y Sol Lewitt, con quien Renzi estableció una amistad que resultó en una colaboración del norteamericano para su obra Agua de todas partes del mundo, hacia finales de 1967.
Tempranamente inscriptos en el canon del minimal art, los prismas son desmarcados por el artista quien se alejó de aquella visualidad contenida en las pulidas superficies industriales para desembocar, inevitablemente, en un nuevo formalismo: “nuestras obras eran objetos geométricos, nada más, que pasaban por ser austeros, pero en realidad, eran ya planteos conceptuales.”1 Renzi elegía resituar las referencias estéticas en el campo local al rescatar como uno de principales referentes al precursor Ricardo Carreira. Particularmente refiere a su obra Soga y texto de 1966, compuesta por una soga que atravesaba toda la sala de exposición, un trozo de la misma enrollada en un taburete y unas fotocopias con la imagen de la soga en negativo ubicadas en otra sala. En esta obra, Carreira ponía a trabajar el concepto de discontinuidad, en sintonía con los planteos de Oscar Massota y del grupo Arte de Medios de Comunicación integrado por Roberto Jacoby, Raúl Escari, Eduardo Costa. A propósito de ello, Renzi comenta en su entrevista con Guillermo Fantoni que, previo a la realización de los prismas de aire, había proyectado para la exposición Rosario Siglo XX, organizada por la Galería Carrillo en agosto de 1967 “una columna para cada una de las cuatro salas que, de alguna manera, marcaban un prisma virtual. Al estar emplazadas en salas diferentes, nunca se podían llegar a visualizar las cuatro columnas a la vez. La idea era dotarlas de un color para que se notaran mucho, pero solamente se podía armar el prisma reconstruyéndolo mentalmente, como imagen mental.”2 Finalmente, el artista presentó Cubo de hielo y charco de agua, desestimando el proyecto del prisma virtual, que unos meses después migraría a las formulaciones de los prismas metálicos. Ese mismo año, Renzi presentó Materialización de las coordenadas espaciales de un prisma de aire en la muestra Rosario 67 en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires en septiembre de 1967 y previamente, hacia fines de julio de ese mismo año ya había presentado Grados de libertad de un espacio real -su primer prisma de aluminio- para la exposición Pintura actual Rosario: obras de la colección Dr. Isidoro Slullitel3 en el Museo Municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino, obra que volvió a presentar en septiembre para Estructuras primarias II. De este modo, ambos prismas estuvieron expuestos simultáneamente en Buenos Aires, luego de lo cual Renzi migró a proposiciones netamente conceptuales con los Proyectos con agua. Renzi abandona cualquier residuo de visualidad para explorar el ready made y centrarse exclusivamente en el árido y distante universo de la especulación mental.
Romina Garrido
BIBLIOGRAFÍA
1. Guillermo Fantoni (1998). Arte, vanguardia y política en los años ’60. Conversaciones con Juan Pablo Renzi, Buenos Aires: El cielo por asalto.
2. Ibidem.
3. En el catálogo de la exposición Pintura actual Rosario: obras de la colección Dr. Isidoro Slullitel realizada en el Museo Municipal de Bellas Artes Juan B. Castagnino no encontramos referencias a las obras expuestas, como sí sucede en el catálogo de la misma muestra en el Museo Rosa Galisteo donde consta que se presentó la instalación Grados de libertad de un espacio real junto con otras dos obras de Renzi: las pintura Una carcajada y Paisaje con gran nube, ambas de 1966. Por otro lado, en el catálogo de la muestra Estructuras primarias II, realizada en la Sociedad Hebraica de Buenos Aires entre el 27 de septiembre y el 21 de octubre de 1967 Renzi vuelve a presentar su prisma de aluminio junto con El ángulo recto, también de aluminio a la cual no tuvimos acceso a ninguna imagen. En este catálogo se reproduce una fotografía de Grados de libertad de un espacio real que aparece emplazada en una sala del Museo Castagnino, esta información contextual indicaría que estuvo expuesta en la primera muestra mencionada.
Renzi, Juan Pablo
Casilda, provincia de Santa Fe, 1940
Buenos Aires, 21 de mayo de 1992
En la Escuela Municipal de Bellas Artes de Pergamino estudió dibujo y pintura con Gustavo Cochet. Entre 1960 y 1966 concurrió al taller de Juan Grela, en la ciudad de Rosario. Cursó cuatro años de Bioquímica en la UNR, carrera que abandonó en 1962 para dedicarse de lleno a la producción plástica.
Entre 1963 y 1966 realizó sus primeras exposiciones, presentando una serie de grandes telas que manifestaron la influencia de los expresionismos extranjeros. En esa época compartió sus experiencias junto a sus compañeros de taller Aldo Bortolotti, Eduardo Favario y Carlos Gatti.
El general Mambrú, fue realizada el año en el que se produjo en Argentina el golpe de estado llevado a cabo por el General Juan Onganía. Obra paradigmática que marcó el cierre del período expresionista de Renzi. Asimismo, cargada de ironía y manifestante de una clara postura política, esta pintura constituye el primer antecedente de un gran cambio que condujo al autor a enrolarse en el campo de la vanguardia estética y política.
A posteriori, el artista inició una etapa de alejamiento de la pintura. Paulatinamente, derivó en la construcción de objetos e instalaciones. Modalidades con las que representó ideas específicas utilizando pocos elementos. 1000 litros de agua y 1000 litros de aire y Agua de todas partes del mundo son trabajos que dieron cuenta de la especificidad de sus reflexiones. Dichas experiencias culminaron en 1968 con la realización de la serie Paisajes.
A lo largo de ese proceso en donde ahondó en el Conceptualismo, sus propuestas adquirieron un tono más activista. Situación que se agilizó en 1968, al convertirse en uno de los principales promotores e integrantes del movimiento de vanguardia de Rosario. Tucumán Arde fue una obra de acción a través de la cual se puso en evidencia tanto la oposición a los medios de legitimación vigente como las expresiones políticas colectivas de dicho grupo.
Luego del gran impacto causado en el campo artístico por esa presentación, Renzi abandonó la actividad plástica por razones éticas y estéticas.
No obstante, radicado en Buenos Aires, reinició su actividad plástica en 1975 con un marcado realismo, tomando como referentes a Augusto Schiavoni y Manuel Musto. A fines de los años 70, ese lenguaje se tornó más conceptual y en la posterior década, sus imágenes se caracterizaron por una figuración más libre. En ellas, el gesto y la pincelada permitieron trazar puntos de contacto con las estéticas neoexpresionista y neofigurativas. En 1985 volvió a fijar su atención en la representación pictórica de objetos cotidianos. A partir de un lenguaje expresivo de tono dramático plasmó dichos elementos.
En su último período de producción, Renzi empleó algunos íconos utilizados por los artistas de las vanguardias rusas. Estrellas de cinco puntas, martillos y letras fueron algunos de ellos. Esas formas condujeron al artista a entablar vínculos con distintos momentos de la pintura moderna, en tanto empleó a la cita como mecanismo de apropiación y resignificación del pasado. Procedimiento llevado a cabo en función de una reflexión sobre la historia del arte, los acontecimientos históricos, sociales y políticos del contexto.
En 1990 realizó la instalación Superficies Iluminadas en el CCR, y en 1991, un mural cerámico en la estación de subte Medrano de Buenos Aires.
A lo largo de su carrera dictó numerosas conferencias sobre artes plásticas, escribió manifiestos y prólogos de catálogos. Se desempeñó como Profesor de Pintura en la ENBAEC, y coordinador del taller de pintura del CCR. También como diseñador gráfico y publicista. Además, realizó performances, audiovisuales, producciones multimedia y experimentales.
Expuso sus obras en forma individual y colectiva en galerías y museos de Argentina, Uruguay, Colombia, México, Brasil, Venezuela, España, Inglaterra y Bélgica.
Obtuvo, entre otras, las siguientes distinciones: Mención de Honor, Salón de Arte Moderno, AAR 1965, Gran Premio Adquisición, Salón de Pintura Joven del Litoral 1966, Faja de Honor Ver y Estimar 1968, Premio de Honor Prilidiano Pueyrredón 1982, y Premio Mención al Artista del Año, AICA 1982.