La instalación Paisaje fue presentada en el Premio de Honor Ver y Estimar en su novena edición de 1968, realizado en esa oportunidad, en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires con la dirección de Hugo Parpagnoli. La obra de Renzi fue galardonada con la Faja de Honor, al igual que la de Roberto Plate, mientras que el Premio de Honor fue otorgado a Rodolfo Azaro. La muestra se inauguró el 30 de abril, conviviendo algunos días con las Experiencias 1968, inauguradas el 14 de mayo en el Instituto Torcuato Di Tella.
El año 1968 estuvo marcado por una serie de hechos de censura que llevaron a los artistas a radicalizar sus prácticas, desplazando la fuerte carga experimental de sus propuestas hacia enunciaciones que se tornaron cada vez más políticas. Así, generaron una nueva categoría que rebasó la novedad del happening y la performance: la acción. En el Premio de Honor Ver y Estimar se produjo el primer evento del agitado itinerario del ’68: Eduardo Ruano, presentó una vitrina con una fotografía de John F. Kennedy sobre la que lanzó un adoquín el día de inauguración, como conclusión de la obra. Ruano llevó adelante la acción junto con otros artistas, entre quienes se encontraba Renzi. El gesto de Ruano precipitó la intervención policial y el retiro de la obra. Dos semanas después, en la Experiencias 1968, Roberto Plate presentaba la obra El baño, una reconstrucción de un baño público que rápidamente fue vandalizado con inscripciones anónimas que provocaron su clausura. La reiteración de la censura instó a los artistas participantes a sacar las obras a la calle para su destrucción, como gesto de denuncia y ruptura con la institución. A esos dos eventos siguieron el asalto a la conferencia de Romero Brest en Amigos del Arte en Rosario; la interrupción del discurso del embajador de Francia en la entrega del Premio Georges Baque, hecho que ocasionó la detención de nueve artistas, entre ellos Eduardo Favario; y la interrupción del Ciclo de Arte Experimental en Rosario con la clausura de El encierro de Graciela Carnevale. El convulsionado e inquietante escenario gestó la convocatoria al Primer Encuentro Nacional de Artistas de Vanguardia que derivó en la acción contrainformacional Tucumán Arde en noviembre de ese mismo año del que Renzi fue un activo participante.
Paisaje forma parte de una serie de obras en las que Renzi utilizó macetas con plantas vivas en arquitecturas domésticas que emplazaba en las salas de exposición. En la genealogía de esta serie se puede volver al punto de inicio en su pasaje de la pintura al avance sobre el espacio real en 1966 con la pintura Paisaje con nube presentada en el Primer Salón de Pintura Joven del Litoral organizado por G.E.M.U.L. en 1966 en el Museo Juan B. Castagnino. En el título de esta nueva serie, que desarrolló en 1968, se vislumbra una recuperación de la visualidad de aquellos primeros objetos, así como un retorno a esas atmósferas cotidianas a las que Renzi no cesó de regresar. Esta serie sucedió a sus Proyectos con agua, quizás su momento más distanciado estéticamente y, si bien los Paisajes prolongan las operaciones vinculadas al ready made, contienen un peso estético específico en ese recorte de realidad que se incrusta en la sala de arte con toda la fuerza de la literalidad. Una migración con la que Renzi podría estar ensayando una respuesta a uno de los grandes problemas de la vanguardia: saldar la brecha entre el arte y la vida.
Romina Garrido
Renzi, Juan Pablo
Casilda, provincia de Santa Fe, 1940
Buenos Aires, 21 de mayo de 1992
En la Escuela Municipal de Bellas Artes de Pergamino estudió dibujo y pintura con Gustavo Cochet. Entre 1960 y 1966 concurrió al taller de Juan Grela, en la ciudad de Rosario. Cursó cuatro años de Bioquímica en la UNR, carrera que abandonó en 1962 para dedicarse de lleno a la producción plástica.
Entre 1963 y 1966 realizó sus primeras exposiciones, presentando una serie de grandes telas que manifestaron la influencia de los expresionismos extranjeros. En esa época compartió sus experiencias junto a sus compañeros de taller Aldo Bortolotti, Eduardo Favario y Carlos Gatti.
El general Mambrú, fue realizada el año en el que se produjo en Argentina el golpe de estado llevado a cabo por el General Juan Onganía. Obra paradigmática que marcó el cierre del período expresionista de Renzi. Asimismo, cargada de ironía y manifestante de una clara postura política, esta pintura constituye el primer antecedente de un gran cambio que condujo al autor a enrolarse en el campo de la vanguardia estética y política.
A posteriori, el artista inició una etapa de alejamiento de la pintura. Paulatinamente, derivó en la construcción de objetos e instalaciones. Modalidades con las que representó ideas específicas utilizando pocos elementos. 1000 litros de agua y 1000 litros de aire y Agua de todas partes del mundo son trabajos que dieron cuenta de la especificidad de sus reflexiones. Dichas experiencias culminaron en 1968 con la realización de la serie Paisajes.
A lo largo de ese proceso en donde ahondó en el Conceptualismo, sus propuestas adquirieron un tono más activista. Situación que se agilizó en 1968, al convertirse en uno de los principales promotores e integrantes del movimiento de vanguardia de Rosario. Tucumán Arde fue una obra de acción a través de la cual se puso en evidencia tanto la oposición a los medios de legitimación vigente como las expresiones políticas colectivas de dicho grupo.
Luego del gran impacto causado en el campo artístico por esa presentación, Renzi abandonó la actividad plástica por razones éticas y estéticas.
No obstante, radicado en Buenos Aires, reinició su actividad plástica en 1975 con un marcado realismo, tomando como referentes a Augusto Schiavoni y Manuel Musto. A fines de los años 70, ese lenguaje se tornó más conceptual y en la posterior década, sus imágenes se caracterizaron por una figuración más libre. En ellas, el gesto y la pincelada permitieron trazar puntos de contacto con las estéticas neoexpresionista y neofigurativas. En 1985 volvió a fijar su atención en la representación pictórica de objetos cotidianos. A partir de un lenguaje expresivo de tono dramático plasmó dichos elementos.
En su último período de producción, Renzi empleó algunos íconos utilizados por los artistas de las vanguardias rusas. Estrellas de cinco puntas, martillos y letras fueron algunos de ellos. Esas formas condujeron al artista a entablar vínculos con distintos momentos de la pintura moderna, en tanto empleó a la cita como mecanismo de apropiación y resignificación del pasado. Procedimiento llevado a cabo en función de una reflexión sobre la historia del arte, los acontecimientos históricos, sociales y políticos del contexto.
En 1990 realizó la instalación Superficies Iluminadas en el CCR, y en 1991, un mural cerámico en la estación de subte Medrano de Buenos Aires.
A lo largo de su carrera dictó numerosas conferencias sobre artes plásticas, escribió manifiestos y prólogos de catálogos. Se desempeñó como Profesor de Pintura en la ENBAEC, y coordinador del taller de pintura del CCR. También como diseñador gráfico y publicista. Además, realizó performances, audiovisuales, producciones multimedia y experimentales.
Expuso sus obras en forma individual y colectiva en galerías y museos de Argentina, Uruguay, Colombia, México, Brasil, Venezuela, España, Inglaterra y Bélgica.
Obtuvo, entre otras, las siguientes distinciones: Mención de Honor, Salón de Arte Moderno, AAR 1965, Gran Premio Adquisición, Salón de Pintura Joven del Litoral 1966, Faja de Honor Ver y Estimar 1968, Premio de Honor Prilidiano Pueyrredón 1982, y Premio Mención al Artista del Año, AICA 1982.